Este cuarto es una pequeña interpretación de un palacete francés en el 2019. La que supo ser la habitación principal de la casa, espaciosa y con ventanales a los cerros, mantiene su esencia lujosa y galante propia del estilo versallesco.
Predominan los dorados, las curvas y los muebles con marquetería. Ideal para tener una experiencia bon vivant a la francesa.